Los 22 tripulantes del bacaladero vigués Monte Galiñeiro, sobrevivieron al incendio y posterior naufragio del buque ayer a unas 300 millas al suroeste de Terranova.
A bordo del pesquero iba una mujer, la bióloga madrileña que participaba como observadora en la campaña.
Poco antes del mediodía el barco estallaba en llamas. Ante la imposibilidad de apagar el incendio, el capitán envió una señal de auxilio y ordenó la evacuación del pesquero. La Guardia Costera de Canadá puso en marcha el dispositivo de salvamento desde Halifax y el rescate apenas se hizo esperar. A solo diez minutos de distancia, fuera de las 200 millas de jurisdicción canadiense, navegaba el guardacostas canadiense Leonard J. Cowley, que se dirigía hacia el barco español para realizar una inspección rutinaria de control de la pesquería.
El patrullero envió por delante una de las lanchas rápidas que lleva a bordo y un helicóptero para prestar los primeros servicios a los náufragos. El capitán Derek Le Richie Crowley explicó que se dirigía hacia el buque español con intención de que los inspectores subieran a bordo. Mientras, los tripulantes del Monte Galiñeiro saltaron a las lanchas salvavidas en un dramático intento de salvar sus vidas y varios cayeron directamente al mar al escapar del incendio del arrastrero. Algunos iban con chalecos salvavidas y ropa de neopreno y otros no, según explicó el capitán del buque de rescate a los medios de comunicación canadienses.
En este sentido, Le Riche destacó que la rápida llegada del servicio de rescate evitó males mayores. Uno de los tripulantes presentaba síntomas de hipotermia tras el tiempo pasado en el agua helada y fue asistido en el propio buque de Salvamento, mientras que el contramaestre del Monte Galiñeiro tuvo que ser evacuado por el helicóptero a un hospital de Saint Johns, ya que resultó intoxicado por la inhalación de humo del incendio. “Tuvieron mucha suerte, no es normal que un barco de rescate esté tan cerca. Es un final feliz que no siempre es habitual”, explicó el capitán de la Guardia Costera.
Una vez en el guardacostas canadiense, los 22 rescatados se mostraron agradecidos por el salvamento. “Se pueden imaginar que ahora están felices. Intentamos que estén cómodos, y les hemos facilitado un par de duchas calientes, algo de comer y café”, relató Le Richie.
El arrastrero vigués hundido en Terranova pertenece a la armadora Valiela, de la que es director general Carlos Molares. Anoche seguía pendiente del rescate y del estado de salud de los tripulantes heridos, si bien en principio no se temía por sus vidas. Molares explicaba que el capitán del Monte Galiñeiro estaba todavía casi en shock. “fue muy duro abandonar el barco y tenía la responsabilidad de salvar la vida a 22 personas que se encontraban en el agua”, manifestaba.
Los tripulantes del arrastrero gallego, entre los que figuran varios ciudadanos africanos, navegan a bordo del Leonard J. Cowley hacia el puerto de Saint Johnes, a donde tienen previsto llegar sobre las 10 de esta mañana. Allí les esperan autoridades consulares y serán repatriados en los próximos días.