CATARSIS y Prestige : un Juicio que exige - sin demora - una profunda catársis en los medios informativos y políticos
El día que comparezca López-Sors, Director General de la Marina Mercante durante la Catástrofe, lo anticipamos, quedará demostrado de una vez por todas, el instrusismo profesional en/desde la Dirección General de la Marina Mercante, en donde un profesional ajeno y exento del Convenio Internacional de Titulación, Formación y Guardias para Gente de Mar ( STCW ) intentará demostrar " la cuadratura del círculo ".,
Es decir, un titulado sin la preceptiva titulación náutica se esforzará en dar lecciones magistrales de la gestión de un siniestro marítimo a todo un Capitán con 33 años de experiencia al mando de buques mercantes y petroleros.
Pladesemapesga de la Mar y la Pesca que no escribe " de oreja " sino que asiste en la Sala de Prensa al Juicio, transmite nuevamente su más enérgica protesta por y ante el tratamiento informativo que se le está dando a este Juicio que para más " inri " podria significar la consolidación de una lamentable gestión manipulada por los gobernantes de turno y con altos cargos marítimos perfectamente seleccionados para ser " dóciles y mansos "
¡¡¡ Un circo !!!
Ante el cúmulo de manifestaciones en los medios de comunicación de expertos de todos los pelajes, la opinión pública, ya no se toma en serio las versiones de los técnicos y los que dicen ser expertos, cuando son llamados a efectuar cualquier tipo de análisis.
La UE, celebró los dias 19 y 20 de marzo de 2003 una audiencia pública en la que se acusaba al Gobierno de España de ser responsable de la tragedia del Prestige.
Pero en realidad, a día de hoy, poco o nada se sabe del autor o autores de la desgraciada decisión de alejar el buque hacia la mar, por mucho que se autoinculpe el Director General de la Marina Mercante.
El Subsecretario de Fomento, manifestó sin ningún tipo de rubor, que la decisión fue técnica no política, olvidando que el Ministro de Fomento, asumió como suya la orden, amparándose en las decisiones técnicas.
La irrupción de los políticos en la tragedia del Prestige, ha sido quizás, el factor determinante del cruce de manifestaciones que han conducido a una situación caótica.
El interés de los Gobiernos Central y Autonómico en culpar al Capitán, Armador, Sociedad de Clasificación etc...con el único fin de exculparse de responsabilidades y así evitar el pago de indemnizaciones, deja bien claro el guión marcado ante los contribuyentes.
Han llegado a decir, en una actitud desafiante, que todavía no encontraron técnicos que desmontaran sus denuncias.
Ha sido tal la avalancha de descalificaciones hacia la gente de la mar, con el único fin de que no tuvieran credibilidad, que los ciudadanos deben pensar que los profesionales de la mar deben ser unos desclasados faltos de formación, que encima arriban a los puertos o navegan por los mares embriagados, como así lo manifestó un representante de las cofradías en un programa de TV2, manifestaciones por otra parte de un auténtico indocumentado, de un hombre falto de argumentos y de un auténtico miserable.
La Xunta y Gobierno, olvidaron que existen leyes sobradas de obligado cumplimiento internacional, que ellos mismos como signatarios de sus acuerdos están incumpliendo sistemáticamente y desde hace unos cuantos años.
Existe además jurisprudencia que deja bien a las claras el intrusismo de los políticos en las decisiones que afectan a vidas y bienes, tipificados como delito.
Barcos nuevos o viejos, de conveniencia o piratas, monocasco o doblecasco, en caso de auxilio o emergencia, deben ser atendidos porque así lo ordena la ley con los medios técnicos y humanos que sufragamos todos los españoles.
El problema está en que las leyes y los recursos se manejan desde hace años al antojo y conveniencia de determinados altos cargos de la Administración Marítima.
No debemos olvidar que los profesionales de la mar están sujetos a estrictos, al menos en teoría, controles de calidad al amparo del Convenio STCW 78/95.
No debemos olvidarlo, porque precisamente, uno de los principales problemas que existen en la seguridad marítima es que en la Administración Marítima, , maniobran demasiados "cargos políticos" sin cualificación ni experiencia y son ellos, precisamente ellos, los que han intervenido directamente en las decisiones tomadas en la catástrofe del Prestige.
La opinión pública demanda explicaciones y lo que recibe son respuestas absurdas, sin base legal, técnica o científica, que rayan en lo esperpéntico.
La siniestralidad, la prevención de los riesgos, ha sido objeto de estudio y planificación abundante a lo largo de los años y, hoy, afortunadamente, cuenta con legislación abundante, suficiente, para que los daños se eviten.
El lenguaje de la OMI, es claro en cuanto a la optimización de los recursos para una mayor eficacia.
Los recursos es evidente que existen, pero ¿quiénes los gestionan?.
La eficacia, será consecuencia de una buena gestión, pero es evidente que fracasará sin gestores expertos y cualificados.
Las prioridades de actuación en el campo de la prevención y lucha contra la siniestralidad, son tan necesarias que, si no se respetan, conducen a un fracaso estrepitoso.
Tenemos a nuestra disposición una interminable lista de casos que ratifican la ineficacia de la Administración Marítima Española, sirviendo como ejemplos el hundimiento del buque Zafir en aguas del Mar Jónico, yate Txindoki en el Mediterráneo y más recientemente el pesquero Nuevo Pepita Aurora o Enrique el Morico .
En el primer caso, estuvieron los italianos buscando el buque durante 14 días, cuando en España, se sabían las coordenadas exactas, puesto que estaban registradas en la Llamada Selectiva Digital del GMDSS de la Radio Costera de La Coruña y así salió publicado en los medios de comunicación.
En el segundo, tres marinos, tres seres humanos fueron abandonados a su suerte.
En el tercero, la reincidencia, otra vez el retraso en las operaciones de rescate con consecuencias trágicas.
Mención especial merecen las actuaciones en los casos de los yates Jan Van Gent, Brazy Lady y Quechulo.
En los años 2007 y 2008, los bulkarriers Fedra y Rhena, acabaron en las rocas en el Campo de Gibraltar, ante la pasividad de los remolcadores españoles y Sasemar, siendo conveniente recordar también el " garreo " del Sierra Nava en la Bahía de Algeciras o los barcos de El Saler en Valencia que tambien acabaron varados en los arenales tras un anunciado temporal.
A todo esto, los medios de comunicación, con una falta de formación o al menos información marítima exigible para cubrir informaciones de este calibre o nivel, entran en el juego transmitiendo a los ciudadanos " relatos " puntuales pero sin ningún tipo de contraste o comparativa con profesionales cualificados y expertos.
Es decir, las preguntas e iniciativas de los representantes del Estado " contra " el Capitán Mangouras, absolutamente faltas de sentido y rigor profesional, llegan a los lectores, radioescuchas o televidentes, completamente desvirtuadas, evidenciando la " pretendida " falta de profesionalidad de la tripulación del Prestige.
En definitiva, es necesaria una auténtica catársis en el salvamento español, con ceses y renovación de los cargos de responsabilidad.