La ACNB emplaza a los consejeros de la APB a que mañana den luz verde a la renovación del Club Náutico de Ibiza
Teme una eventual maniobra del presidente y el director del organismo público para obstaculizar el proceso de declaración del club de Vila como entidad de “interés relevante” // La cúpula de la APB no ceja en su política de hostigamiento a los clubes náuticos // La prórroga de la concesión cuenta con el apoyo del Congreso de los Diputados, el Parlament balear, el Consell de Ibiza y el Pleno del Ayuntamiento de Ibiza
La Asociación de Clubes Náuticos de Baleares (ACNB) emplaza a los miembros del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) a que mañana den luz verde, sin matices, a la prórroga por 20 años de la concesión del Club Náutico de Ibiza, en virtud de las declaraciones favorables emitidas en tal sentido por el Congreso de los Diputados, el Parlament de les Illes Balears, el Consell Insular de Ibiza y el Pleno del Ayuntamiento de Ibiza.
La ACNB pide, asimismo, a los integrantes del Consejo, que hoy se reunirá para debatir la renovación del club, que ignoren cualquier eventual maniobra de los actuales gestores de este organismo -en particular de su presidente, señor Francesc Triay, y de su director, señor Angel Matías- para demorar u obstaculizar un proceso que cuenta con el respaldo unánime de la sociedad ibicenca y de las instituciones que representan la voluntad ciudadana.
Esta advertencia de la ACNB no es gratuita, sino que se realiza ante la sospecha fundada de que los dirigentes de la Autoridad Portuaria, conocidos por su actitud de hostilidad hacia los clubes náuticos, podrían hoy intentar evitar que el Club Náutico de Ibiza sea declarado de “interés relevante” para el puerto de Vila, esgrimiendo para ello un informe jurídico desfavorable de un despacho privado.
Dicho dictamen, pagado con dinero público a pesar de que fue encargado al margen de cualquier normativa, otorga a los funcionarios de la APB una especie de patente de corso al reconocer lo que el propio señor Triay llama “discrecionalidad técnica”, es decir, la posibilidad de decidir unilateralmente acerca de la relevancia del Club Náutico.
Aunque en principio parecía que la presidencia y la dirección de la APB habían descartado, por caduco, el citado informe y otro en parecido sentido de la Abogacía del Estado, lo cierto es que los han seguido enarbolando en reuniones y conversaciones mantenidas con los directivos del Club Náutico de Ibiza, a los que recientemente han pedido que retiren su solicitud de prórroga anterior y a que presenten una nueva, adaptada a la Ley de Puertos del Estado aprobada hace apenas unos días.
La ACNB desea advertir a los miembros del Consejo de Administración de la APB de que ambos dictámenes son “papel mojado” y denunciar que el tándem Triay-Matías no puede seguir poniendo trabas burocráticas al proceso de renovación del Club Náutico de Ibiza, por mucho que crea –contra toda lógica- que la náutica recreativa no es estratégica ni relevante para las Islas Baleares.
Por otro lado, la ACNB no puede ocultar su asombro por el hecho de que todas las alegaciones presentadas contra el Club Náutico de Ibiza procedan de un lobby de presión liderado por el ex presidente de una agencia consultora de comunicación que asesoró a la APB en 2003, siendo su presidente el señor Triay, y posteriormente a la empresa Trapsa Yates, que se adjudicó los amarres del Club Marítimo de Mahón tras un concurso público que actualmente está siendo investigado por un Juzgado de Instrucción. Tanta coincidencia debería ser objeto de algún tipo de pesquisa de oficio.
En los últimos meses, la APB no ha cejado en su política de hostigamiento a los clubes náuticos -cuya función social (reconocida en todos los ámbitos) no están dispuestos a aceptar los señores Triay y Matías-, ignorando sentencias favorables a los intereses de miembros de la ACNB y dejando sin respuesta todas sus peticiones en una actitud de ninguneo y desprecio impropia de una administración pública.
La ACNB considera urgente un cambio en la dirección de la Autoridad Portuaria para acabar con su mala imagen pública. El director de este organismo, señor Angel Matías, cumplió el pasado mes de diciembre la edad reglamentaria para acceder a su jubilación, pero su ‘prórroga’ como máximo responsable técnico no ha sido llevada aún al Consejo de Administración. En opinión de los clubes náuticos de Baleares, en estos momentos no se dan las condiciones para que este funcionario siga en su puesto de trabajo por más tiempo. Su salida de la APB es absolutamente necesaria para la náutica de recreo y para que esta institución estratégica deje de estar bajo sospecha y sumida en el caos más absoluto.