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Gandia hundirá barcos a 20 metros de profundidad para fomentar el buceo recreativo

El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ha autorizado la instalación de un arrecife artificial destinado a la práctica del buceo recreativo en aguas de Gandia. En agosto de 2013 el ayuntamiento presentó a la Demarcación de Costas el proyecto, así como una solicitud para la ocupación dado que el lugar pertenece al dominio público marítimo terrestre.

La intención es hundir a cuatro kilómetros del litoral cuatro buques de madera con el fin de fomentar el submarinismo, atraer el turismo de buceo recreativo y generar riqueza. Estarán situados frente al Clot de la Mota, a veinte metros de profundidad, y cubrirán una superficie de 780 metros cuadrados.

 

Esta actuación tendrá un presupuesto de 200.000 euros, según las primeras cifras que aportó el jefe de área de Turismo, Carlos Bolta.

 

El coste inicial es de 17.000 euros. Sin embargo, a este montante habrá que añadir la compra y la colocación de los cuatro barcos en el fondo marino, que rondan entre los 100.000 y 150.000 euros.

La Demarcación de Costas comunicó el sábado a través del Boletín Oficial de la Provincia (BOP) que ahora se abre un periodo de alegaciones para que puedan presentarse por las administraciones y particulares interesados las reclamaciones, alegaciones e informes que estimen pertinentes en un plazo de veinte días hábiles.

 

Los interesados, según Costas, podrán examinar el proyecto en la sede de este organismo, situada en la calle Joaquín Ballester, número 39 de Valencia. Si todo marcha según lo previsto, en verano los barcos ya estarán hundidos en la costa de Gandia, según indicó ayer Bolta, quien agregó que en abril o mayo se comprarán las embarcaciones y se descontaminarán para, posteriormente, lanzarlas al mar.

 

El arrecife se situará en una zona marina fangosa, sin vegetación, y solo habitada por pocos crustáceos. En él proliferarán tanto especies animales como vegetales. Se calcula que en diez años se haya consolidado un gran arrecife de plantas y peces, cubierto de vegetación y fauna marina, ya que se multiplicará tanto el número de crustáceos como de peces.

 

Los ingresos que prevé obtener el ejecutivo local con el pecio son múltiples, según aseguró en su día el alcalde de Gandia, Arturo Torró. Un ejemplo. Si a Gandia llegaran 5.000 buceadores al año y se quedaran en la ciudad tan solo cinco días (cifras inferiores a otros destinos con la misma oferta), gastando 50 euros diarios, «se generarían 1,25 millones de euros al año».

 

La creación del arrecife tiene un doble objetivo. Por una parte, es beneficioso a nivel natural; y por otra, a nivel turístico. Esta práctica, según Bolta, crea un gran mercado alrededor. «Este proyecto abre la posibilidad a nuevas empresas y puestos de trabajo ya que no existe en Gandia ninguna tienda especializada en la práctica del buceo».

 

El área de influencia del pecio abarca desde los municipios de Cullera a Dénia. Gandia se suma así a muchas ciudades que están realizando proyectos de crear arrecifes artificiales. El hundimiento de los barcos ha sido una de las más firmes apuestas del gobierno popular durante esta legislatura para dinamizar el turismo en la capital de la comarca de la Safor.