Medio Ambiente confirma el nacimiento de 247 ejemplares de Tortuga Boba en las playas de Cabo de Gata
El porcentaje de tortugas eclosionadas roza el cien por cien, una cifra muy superior a las registradas en el medio natural, donde no alcanza el 50 por cientoTécnicos de la Consejería de Medio Ambiente e investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han confirmado en las últimas horas el nacimiento de 247 ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta) en las playas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
La eclosión de estos huevos en el medio natural del citado tramo del litoral andaluz ha superado ampliamente las expectativas del proyecto, pues han nacido 247 ejemplares de los 250 huevos distribuidos en los tres nidos de la costa almeriense.
Este porcentaje, cercano al cien por cien, también sobrepasa las cifras que se registran en el litoral donante, las playas de Cabo Verde, donde sólo llegan a eclosionar menos de la mitad de los huevos de cada puesta.
Tras su nacimiento, las crías de tortuga boba se han dirigido al mar donde han sido recogidas para que continúen su desarrollo en condiciones de semilibertad en centros de Cádiz y Málaga definidos por el CSIC.
Estas mismas instalaciones también acogerán a los ejemplares que nazcan de una partida de huevos que aún se incuban en la Estación Biológica de Doñana. Todos se liberarán definitivamente transcurrido un año para garantizar una mayor tasa de supervivencia y su regreso a Cabo de Gata en su madurez para desovar.
En el marco de este proyecto de investigación aplicada a la conservación de los reptiles marinos en el planeta, se colocaron el pasado 8 de septiembre, 250 huevos de tortuga boba en playas de Cabo de Gata-Níjar que reunían las mejores condiciones ambientales y podían contribuir a minimizar los riesgos de desviación de las proporciones de sexos de las nuevas tortugas como consecuencia del cambio climático, ya que en las playas donantes el incremento de temperaturas esta propiciando un incremento en el número de ejemplares macho.
Estas costas se han seleccionado a lo largo de los cuatro últimos años, tras un estudio de detalle en el que se evaluaron 100 localizaciones desde Doñana a Pulpí. La actuación forma parte de la segunda fase del programa para la restauración de la anidación recurrente de este reptil marino en la costa peninsular española.
Un avión transportó 1.400 huevos desde Cabo Verde a Canarias, donde la Universidad de Las Palmas dirige la misma tarea en ese ámbito insular. Menos del 30% de estos, en concreto 400 de estos huevos han viajado nuevamente a Andalucía, donde 150 se han depositado en incubadoras de la Estación Biológica de Doñana, en Sevilla, y el resto, 250, han sido instalados en el medio natural litoral de Cabo de Gata, en tres nidos excavados en el momento de la implantación.
Allí, a las 5:45 de la mañana, se depositaron en cada uno de los 3 nidos excavados dentro de sendos vallados de protección antipredadores, 79, 95 y 76 huevos respectivamente, a unos 45 centímetros de profundidad.
Todo este trabajo se desarrolla bajo precisos protocolos de seguimiento por investigadores especializados dentro del programa de investigación aplicada que desde hace cinco años se viene desarrollando, bajo la dirección científica del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) a través de la Estación Biológica de Doñana (EBD), con la financiación en la España peninsular de la Consejería de Medio Ambiente.
El proyecto en curso supone un complemento necesario al esfuerzo de atención de emergencias litorales realizado por la administración ambiental andaluza en favor de esta fauna marina singular y al de sensibilización de las poblaciones de pescadores de palangre como causantes del mayor numero de incidentes.
En los últimos 20 años se han atendido más de 1.500 casos de varamientos en los que solo se encontraron 386 ejemplares vivos, de los que 357 fueron recuperados con los adecuados trabajos veterinarios en los centros especializados y, posteriormente, fueron devueltos al mar.
La especieEsta restauración de la anidación de la tortuga boba permitirá, si todo marcha bien, que esta especie -catalogada como en peligro de extinción en el Libro Rojo de la Fauna andaluza- nidifique de forma permanente en vez de esporádica en la costa peninsular española, convirtiéndose así en un activo ecológico de primer orden que incorporar al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.
Sus playas fueron calificadas como las más idóneas en el trabajo de prospectiva inicial de este programa, lo cual confirma la alta calidad ambiental de este tramo del ecosistema litoral andaluz.
En la costa española se han producido nidificaciones esporádicas de esta especie, aunque sólo se comprobó por primera vez su nidificación en Almería en el verano de 2001, hecho que se repitió posteriormente en la costa valenciana.
En aguas españolas del Mediterráneo, los avistamientos de este reptil marino son abundantes desde junio a septiembre, así como su varamiento por distintas razones.
El caparazón de esta especie puede alcanzar hasta un metro de longitud y su hábitat se distribuye en aguas tropicales y subtropicales de todos los océanos.
A lo largo de su vida realiza grandes migraciones en las que recorre de una a otra costa el Atlántico y el Mediterráneo, retornando año tras año a las mismas áreas de alimentación tras las migraciones reproductoras.