Alerta por la captura de un siluro de 100 kilos en Sevilla
Ecologistas en Acción señala la peligrosidad de esta especie invasora en el Bajo Guadalquivir para los peces autóctonos, aves acuáticas y pequeños mamíferos
Ecologistas en Acción de Andalucía ha informado de la captura reciente en el Guadalquivir de un ejemplar de siluro "de casi dos metros y cerca de 100 kilos de peso aguas abajo de la Presa de Alcalá del Río, en la provincia de Sevilla".
Según la organización, "el hecho fue confirmado por las autoridades competentes en la reunión del Grupo de trabajo en materia de Agua del Consejo de Participación del Espacio Natural Doñana", celebrada a finales del pasado mes de marzo.
Especie invasora, introducida ilegalmente en España en la década de los 70 del pasado siglo a través del río Ebro, el siluro (Silurus glanis) es un superdepredador originario de los grandes ríos de Europa central capaz de alcanzar hasta dos metros y medio de largo y 180 kilos de peso, calculándose su vida media en torno a los 30 años.
Por su peligrosidad no sólo para las especies de peces autóctonas -ha provocado la extinción del barbo en el cauce medio del Ebro-, sino incluso también para pequeños mamíferos y diversas especies de aves, como los patos, desde 2013 está incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, estando prohibida su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.
Diversas fuentes apuntan a su presencia en Andalucía con su introducción, a comienzos de la pasada década, a través del pantano de Iznajar (Córdoba), con la intención de fomentar la pesca deportiva. De hecho, desde Ecologistas en Accción de Andalucía recuerdan que ya fueron confirmadas capturas previas en dicho embalse y "en el pantano del Gergal (Sevilla)".
La situación resulta tan preocupante, recuerda la organización, que "los representantes de las entidades integrantes del grupo de trabajo, incluida la estación Biológica de Doñana, decidieron elevar al Pleno del Consejo de Doñana la petición de que la Administración ambiental desarrolle de forma inmediata medidas de erradicación y control de la especie".
Su comprobada presencia, añaden, "es especialmente preocupante en el entorno de las Marismas del Guadalquivir, donde se encuentran las muy escasas poblaciones que quedan de cercetas pardillas, malvasías, porrones pardos o fochas cornudas, todas ellas aves en peligro de extinción".
Asimismo, desde Ecologistas en Acción señalan que la presencia del siluro en el Bajo Guadalquivir fue recientemente investigada por la Universidad de Córdoba, que alertó de "las posibles consecuencias sobre la biodiversidad y los recursos pesqueros".
En este sentido, se recalca que tanto el siluro como otras especies invasoras introducidas ilegalmente en el Guadalquivir -alburnos, gambusias, percasoles, peces gato, lucios, black bass y otros- "han llevado al borde de la extinción a nuestros peces autóctonos como colmilleja, boga, barbo gitano y salinete".
Para la organización ecologista, "la única medida preventiva que sirve para evitar su propagación a otras masas de agua es que la Administración ponga en marcha medidas de control drásticas, que pasan por evitar el acceso y pesca deportiva incluso si se trata de zonas de competición, debido a que sólo aislando los ejemplares para actuar de forma selectiva, se puede frenar su colonización y la amenaza que supone para el resto de todas las especies pescables propias de las aguas dulces andaluzas".