Océana detecta contaminación por mercurio en pescado de Menorca
La Universidad de Barcelona halla niveles superiores al establecido por la normativa europea en muestras de rape y cabracho, especies situadas en lo alto de la cadena trófica
El vertido de los dragados contaminados por mercurio del puerto de Maó al mar representaría una irresponsabilidad para la salud y la actividad pesquera
Oceana ha detectado contaminación por mercurio en muestras de rape y cabracho pescados en Menorca, en la zona de Maó. En el caso del rape, 8 de las 10 muestras analizadas superan el máximo permitido por la normativa europea[1] de 1 mg/kg de peso fresco y en relación al cabracho, 7 de las 10 muestra analizadas superan el máximo permitido de 0,5 mg/kg.
Estos pescados han sido adquiridos por Oceana en pescaderías cuya etiqueta certificaba que habían sido pescado en Menorca –en su mayoría en los caladeros de Maó– y han sido analizados por la Universidad de Barcelona.
También se han analizado 10 muestras de salmonete. El salmonete se encuentra en niveles inferiores de la cadena trófica que el rape y el cabracho, por lo que está menos expuesto a la acumulación de metales pesados. Ninguna muestra de esta especie ha superado los niveles de metales pesados establecidos por la normativa europea.
“Hemos escogido especies con un rango de movilidad reducido para asegurarnos de que la contaminación de esos pescados proviene de la isla, y no de otro lugar”, explica Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa. “Por lo tanto, podemos afirmar que en Menorca existen actualmente problemas de contaminación por mercurio y si se vierte al mar el dragado que se pretende hacer en el puerto de Maó, contaminado por esta sustancia, la situación se agravará. Esto representa una irresponsabilidad para la salud de las personas y la actividad pesquera de la isla”.
Estos problemas de contaminación por mercurio ya se han detectado en otras especies capturadas por la flota española. A raíz de ello, el Ministerio de Sanidad se vio obligado a emitir una recomendación para que niños de menos de 3 años y mujeres embarazadas no coman ciertas especies situadas en lo alto de la cadena trófica, como son el atún rojo o el pez espada.
Por ello, cada vez se están impulsando más normativas en el plano mundial, como el convenio de Minamata, y europeo, como la Directiva Marco del Agua, para acabar con los vertidos de esta sustancia tan nociva para la salud humana por ser un neurotóxico muy potente y bioacumulable.
Oceana pide a la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) que busque alternativas al vertido de estos materiales al mar, tal y como indica el Protocolo de Londres. Así, solicita la descontaminación y/o el depósito de estos materiales en tierra, en un lugar que se encuentre acondicionado para recibir estas sustancias y que no generen problemas.