Océana celebra la propuesta de prohibir el arrastre de fondo en aguas profundas del NE Atlántico
La propuesta de la Comisión Europea impide por primera vez fijar unas posibilidades de pesca por encima de las recomendaciones científicas
Las especies y hábitats de profundidad resultan extremadamente vulnerables a la sobrexplotación
La Comisión Europea ha hecho hoy pública una propuesta de reglamento por el que se establecen las condiciones de acceso aplicables a pesquerías de aguas profundas en el Atlántico Nordeste. Oceana apoya este texto, ya que supone un paso significativo hacia la explotación responsable de los recursos pesqueros y la protección de los ecosistemas vulnerables de profundidad.
Entre las nuevas medidas de gestión propuestas, la organización de conservación marina está especialmente satisfecha con la progresiva eliminación de las autorizaciones de pesca para los buques que utilizan prácticas pesqueras poco selectivas y destructivas, en concreto el arrastre de fondo y las redes de enmalle de fondo, la exigencia de evaluaciones de impacto en nuevas áreas de pesca para las artes de fondo y la definición de directrices estrictas para asignar las posibilidades de pesca.
“La progresiva eliminación del arrastre de fondo y las redes de enmalle de fondo sienta un precedente importante en la protección y uso sostenible de la pesca de profundidad en consonancia con las directrices y resoluciones de las Naciones Unidas”, afirma Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa. “La mayoría de especies de profundidad explotadas comercialmente viven asociadas montañas submarinas y arrecifes de corales, ecosistemas muy vulnerables a los impactos de este tipo de artes de pesca”.
Debido a que las especies objeto de estas pesquerías de profundidad presentan unas características biológicas que les hacen muy sensibles a la sobrepesca (lento crecimiento, tardía madurez sexual y baja tasa de reproducción), la Comisión Europea ha propuesto que las posibilidades de pesca no puedan sobrepasar las recomendaciones científicas de captura. Así, los límites de captura deben resultar acordes al rendimiento máximo sostenible y, cuando no sea posible conocer esta tasa de explotación, las posibilidades de pesca se fijarán de acuerdo al criterio de precaución basado en la mejor información científica disponible. En los casos donde no se pueda precisar una recomendación de captura la actividad no podrá llevarse a cabo.
“Este es un buen punto de partida para establecer un marco de gestión responsable”, añade Javier López, científico marino de Oceana. “Instamos al Consejo de Ministros de Pesca y al Parlamento Europeo a que no rebajen la exigencia de la propuesta y aprueben un reglamento que garantice la explotación sostenible de las especies de aguas profundas que al mismo tiempo permita minimizar el impacto sobre el medio marino”.
La propuesta de la Comisión se aplica a las pesquerías de profundidad (aquellas que desarrollan su actividad a profundidades entre 400 y 1600 metros) dirigidas a una listado específico de especies, como sable negro, granadero, besugo, reloj anaranjado y brótola, y docenas de otras especies incluyendo tiburones de profundidad. La propuesta afecta a aguas europeas y de alta mar del Atlántico Nordeste y las regiones ultraperiféricas de España y Portugal.