Oceana se embarca en una expedición de 10 semanas para explorar las profundidades de Malta
La campaña complementará los hallazgos realizados en 2015 y culminará con la declaración de áreas protegidas dentro de la red Natura 2000
Oceana ha emprendido hoy su segunda expedición para documentar zonas marinas de Malta previamente inexploradas, como parte del proyecto LIFE BaĦAR for N2K. Científicos de varios países, incluyendo malteses, investigarán cuevas sumergidas, bancos de arena y arrecifes para proporcionar al Gobierno de este país suficientes datos que permitan identificar nuevos Lugares de Importancia Comunitaria para Natura 2000, la red que engloba las áreas de mayor interés ecológico de la Unión Europea.
Este año se han incorporado adelantos técnicos para mejorar los resultados del trabajo de campo. Se utilizarán torpedos acuáticos con el fin de que los submarinistas puedan moverse más deprisa y pasar más tiempo documentando cuevas apartadas. Asimismo, un barco equipado con un sónar multihaz trabajará en paralelo para explorar el fondo y hacer una batimetría. El sónar será una herramienta vital para que los científicos sean más precisos al elegir los puntos de investigación y contribuirá a aumentar la eficacia del robot submarino (ROV) usado por Oceana, que alcanza 1.000 metros de profundidad.
“Afrontamos la última etapa del trabajo en aguas de Malta con mucho interés. Los hallazgos del año pasado comprenden grandes arrecifes de coral, el descubrimiento de cuevas a gran profundidad y especies raras o que nunca se habían hallado en esta parte del Mediterráneo. Hacer tantos descubrimientos de gran valor ecológico en un país famoso por el buceo demuestra que la verdadera riqueza del mar aún está por revelar. La protección de estas zonas permitirá conservar mejor el rico patrimonio marino de Malta y así la salud del Mediterráneo”, afirma Ricardo Aguilar, líder de la expedición y director de Investigación de Oceana en Europa.
Las dos expediciones sumarán un total de 120 días de intenso trabajo en el mar a bordo del catamarán de investigación de Oceana, el Ranger. En 2015, el trabajo de campo duró 52 días e incluyó 106 inmersiones entre el ROV y los submarinistas. Las imágenes recopiladas todavía están analizando y servirán de base, junto con los hallazgos de este año, para la creación de áreas marinas protegidas.
El proyecto LIFE BaĦAR for N2K está cofinanciado por la Unión Europea y dirigido por la Autoridad de Medio Ambiente y Recursos (ERA), en colaboración con el Ministerio de Desarrollo Sostenible, Medio Ambiente y Cambio Climático, el Departamento de Pesca y Acuicultura, la Universidad de Malta y Oceana.