Oceana pide a Bauzá que se inicien las conversaciones sobre la ampliación de Cabrera a las que se comprometió en la reunión con Alexandra Cousteau
Cinco barcos de arrastre que faenan en fondos prohibidos representan la única oposición del sector pesquero a la ampliación del parque nacional
Oceana ha solicitado a través de una carta dirigida al Presidente del Govern de les Illes Balears, José Ramón Bauzá, que se pongan en marcha las iniciativas para abordar el proyecto de ampliación del Parque Nacional de Cabrera. Estas conversaciones de trabajo fueron propuestas por el propio Bauzá al término de la entrevista mantenida hace ya más de un mes con Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa, y Alexandra Cousteau, asesora de la organización. En ella, Bauzá se comprometió a estudiar la propuesta de multiplicar por 10 la superficie del parque. Desde entonces el Govern no ha mantenido ninguna comunicación con Oceana al respecto.
“Pescadores artesanales, centros de buceo, hoteleros, ecologistas, investigadores marinos y navegantes deportivos apoyan la ampliación del Parque Nacional de Cabrera, por lo que pedimos al President Bauzá que dé un impulso al proyecto y no permita que lo ralenticen planteamientos burocráticos o ideológicos”, señala Xavier Pastor.
Como continuación a la reunión de marzo, Xavier Pastor remitió a Bauzá un escrito para responder a las dos objeciones principales que se plantean a la ampliación del parque:
Coste. Oceana señala en el escrito al President la necesidad de que el Parque Nacional de Cabrera recupere el presupuesto y el personal de que disponía en 2011. Pero la organización internacional de conservación marina señala también que la ampliación de Cabrera no supondría apenas impacto económico.
La cuestión principal que plantea la extensión del área protegida es la vigilancia de pesca ilegal, pero esta puede realizarse con los medios electrónicos actuales. Por una parte, las embarcaciones de más de 15 metros de eslora llevan cajas azules que emiten señales que, a través de satélite, permiten detectar e identificar a las embarcaciones que entran en zonas no autorizadas para la pesca. El sistema se encuentra ya en funcionamiento efectivo y su ampliación a aguas de mayor profundidad no representaría ningún incremento en el coste del parque. Otros servicios de existentes de vigilancia que se pueden optimizar son los patrullajes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y el radar ya instalado en Cabrera para controlar la llegada de pateras.
Oposición de los arrastreros. Oceana señala que quienes en realidad obstaculizan la ampliación de Cabrera son cinco barcos de arrastre. Estas embarcaciones faenan sobre avellanó (maërl) y coralígeno, principalmente en el Fort den Moreu y la reserva marina de Migjorn. Este tipo de fondos marinos ya está protegido según la normativa española y europea, por lo que no se trata de prohibir nada nuevo, sino de hacer que cumplan la ley y se trasladen a faenar a los fondos del talud, como ya han hecho otros arrastreros de Baleares.
“Es francamente sorprendente que la principal oposición a la ampliación del Parque Nacional de Cabrera sea la de un grupo de armadores que se pueden contar con los dedos de la mano, cuyas embarcaciones son perfectamente identificables y que están violando la legislación en vigor”, declara Pastor. “Por ello, nos interesa mucho conocer si el president Bauzá ha trasladado esta situación al ministro Miguel Arias Cañete, tal como nos aseguró que haría, y cuál ha sido la respuesta del ministro”.