Oceana insta al Congreso de los Diputados y al Senado a eliminar el plástico de un solo uso de sus instalaciones
A pocos meses de tramitar la ley para transponer la directiva de la UE, la organización ha documentado de primera mano el uso generalizado de plásticos de usar y tirar en la Cámara Baja
Oceana pide al Congreso de los Diputados y al Senado que sus instalaciones se conviertan en zonas libres de plásticos de un solo uso y se anticipen así a la implementación de la Directiva Europea que regulará el uso de plásticos de usar y tirar a nivel comunitario.
La organización internacional para la protección de los océanos se dirige a ambas Cámaras después de haber documentado de primera mano la presencia generalizada de todo tipo de plásticos en las dependencias del Congreso. Entre los plásticos de un solo uso más recurrentes destaca la cubertería, que quedará prohibida a partir de julio del año que viene, además de los recipientes de comida, vasos de plástico y sobres monodosis, cuyo consumo deberá reducirse de forma sustancial de acuerdo con la normativa europea.
Del mismo modo, Oceana ha interpelado al Senado a través de una carta a dirigida a la Presidenta y al resto de miembros de la Mesa del Senado para que sigan los mismos pasos que la Cámara Baja.
La directora de la campaña de Plásticos de Oceana en Europa, Natividad Sánchez, apunta que “Las Cortes Generales deberían empezar a aplicar los compromisos de reducción y prohibición de plásticos de un solo uso, sin esperar a actuar al último minuto y porque lo exija la Unión Europea. Es una oportunidad para que los políticos de nuestro país estén a la altura de las expectativas y que sus acciones a la hora de luchar contra el plástico sirvan de ejemplo tanto a otras instituciones públicas como a la ciudadanía”.
Cabe destacar que la mayoría de los residuos plásticos, independientemente de donde hayan sido generados, son susceptibles de acabar en el mar. Este material es de lenta y difícil degradación y además de afectar a nuestros playas y litoral provoca graves estragos en las grandes profundidades marinas, donde se acumula de forma desmedida y afecta gravemente a los ecosistemas y especies que los habitan[1].
Con 126 toneladas diarias, España está entre los diez países que más plástico se estima que vierten al mar a nivel mundial, además de ser el que más lo hace a nivel europeo[2]. Es por este motivo que España debe ir más allá de los mínimos exigidos para reducir el uso de plásticos de forma generalizada.
Además de poner el foco en los edificios de la Administración, y de bares y restaurantes, Oceana ya propuso a comienzos del verano una batería de medidas para llevar a cabo una transposición ambiciosa de la directiva europea sobre plásticos de un solo uso. En este sentido, Oceana participó hace unos meses en la consulta pública que puso en marcha el Ejecutivo español para trabajar en la transposición de dicha directiva.