La Escuela Superior de Marina Civil de Gijón ha logrado esta semana renovar la certificación de calidad

Según el director de la Escuela de Marina Civil, Rafael García Méndez, la nueva certificación sirve de aval ante la Dirección General de la Marina Mercante para que el referido centro de formación gijonés reciba la homologación para impartir cursos de especialidades, con el consiguiente ahorro para los alumnos.

Rafael García destacó la singularidad que supone la circunstancia de que, en el caso marítimo la Universidad emite titulaciones académicas. Pero las profesionales, es decir, las que sirven para embarcar, las proporciona la Dirección General de la Marina Mercante, que exige, además de la formación académica, la realización de prácticas y pruebas que acrediten la capacitación. Es probable que las cosas cambien a corto o medio plazo, pero, de momento, todavía existe esa dualidad entre titulación académica y profesional.

La certificación de calidad sirve como garantía a los alumnos de que están recibiendo la formación adecuada, pero, especialmente, para conseguir la homologación para impartir cursos de especialidad.

La normativa marítima exige, para poder enrolarse en cualquier tipo de embarcación, que se realicen cursos de supervivencia en la mar y de lucha contra incendios, así como otros específicos para determinados tipos de buque, como petroleros, quimiqueros, etcétera.

El claustro de profesores de la Escuela de Marina Civil de Gijón quiere homologarse para emitir dichos títulos, de forma que los cursos no supongan un sobrecoste para sus alumnos. La certificación de calidad es un aval necesario, pero Rafael García explica que el campus gijonés carece de instalaciones para impartir algunos cursos, como el de lucha contra incendios de nivel avanzado, pero aspira a tener capacidad para emitir títulos de la mayoría de esos cursos.

La alternativa regional es el Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos, de Veranes, pero no siempre están disponibles las becas necesarias para que los estudiantes de enseñanzas náuticas universitarias accedan a las mismas con facilidad.

Prácticas

Respecto a las prácticas en empresas navieras, Rafael García dijo que la Escuela de Marina Civil de Gijón tiene concierto con una veintena de compañías armadoras, circunstancia que permite facilitar a los alumnos el embarque. No es raro, según la citada fuente, porque en el sector marítimo todavía es posible encontrar trabajo con facilidad, pero no siempre es posible aprovechar el verano para navegar, por saturación de los barcos, y algunos alumnos tienen que sacrificar parte del periodo lectivo para poder embarcar.

No se trata, en todo caso, de la única formación práctica que proporciona la Escuela de Marina Civil. La todavía reciente incorporación de cuatro simuladores a su equipamiento docente hace que las enseñanzas de maniobra y navegación, control de máquinas, sistema de posicionamiento y tratamiento de cargas líquidas tengan un alto componente práctico.