Estudio sobre el origen del crudo que contamina el mar.
Los accidentes de los grandes petroleros provocan una gran conmoción, pero un estudio norteamericano afirma que la mayor parte del petróleo vertido en las costas de ese país proviene de los consumidores, no de los buques que transportan crudo.
El National Research Council informó que cada año unos 110 millones de litros de crudo se vierten a los océanos que rodean Norteamérica como resultado de la actividad de los humanos. De ellos, más del 50% provienen de los ríos, a los que se tiran directamente los vertidos procedentes de los alcantarillados de las calles, residuos industriales, y aguas procedentes de las refinerías. Los barcos de recreo se ha calculado que aportan unos 6 millones de litros.
“Los vertidos de crudo tienen devastadores efectos en el ecosistema marino, la mayor parte de ellos a largo plazo, pero debemos conocer más a cerca de los daños provocados por los vertidos que provienen de otras fuentes más cercanas”, comentó James M. Coleman, de la Universidad Estatal de Louisiana, y jefe del equipo que ha preparado este trabajo.
En USA las costas entre Maine y Virginia son de las más afectadas por estas otras fuentes de contaminación. El informe urge a los responsables federales a tomar mayores medidas para el control de estas otras fuentes.
Otras fuente de contaminación de este tipo es la “precipitación atmosférica”, que se produce cuando se deposita en la superficie del mar el combustible emitido al aire por los vehículos a motor, por generadores eléctricos, plantas industriales y otras fuentes similares. Este grupo aporta unos 36 millones de litros anuales.
Los vertidos directos de los petroleros suman unos 6 millones de litros, y otros 3 millones provienen de los vertidos de los oleoductos. “Esto no significa que se deba ignorar los peligros de la perforación y el transporte de estos combustibles. Aunque los nuevos límites de seguridad van en línea con una menor contaminación, el peligro potencial todavía existe”, añadió Coleman. Sin embargo la mayor fuente de este problema es un proceso natural, la propia filtración de los depósitos naturales de crudo.
En todo el mundo los vertidos procedentes de los petroleros y los oleoductos provocan el vertido de 121 millones de litros al año. Pero de las prácticas que más contribuyen a este problema está la de verter directamente al mar el agua de lastrado de los petroleros, a pesar de estar prohibida.