En su 25 aniversario, Greenpeace muestra los efectos del cambio climático que ya se manifiestan en España
La organización ecologista presenta el informe La crisis del clima que recoge las evidencias del cambio climático en las distintas comunidades autónomas y el libro 25 años en acción que aglutina su trabajo en nuestro país en este cuarto de siglo
Greenpeace ha querido destacar en su 25 aniversario en España la necesidad de hacer frente al mayor problema medioambiental de nuestros días: el cambio climático. Por este motivo ha presentado hoy en la Estación clima el informe La crisis del clima. Evidencias del cambio climático en España en el que se pone de manifiesto la urgencia de actuar para frenar el calentamiento global.
El trabajo muestra algunos ejemplos, científicamente referenciados, de los efectos que el cambio climático ya está produciendo en los ecosistemas terrestres y marinos, en los sectores productivos y económicos y en la salud y la calidad de vida de los españoles. Además, ha presentado el libro 25 años en acción que recoge cerca de 300 acciones de las que se han realizado en estos años en nuestro país así como el trabajo desarrollado en sus campañas.
Algunos de los efectos que se reflejan en el informe son los siguientes:
- España es uno de los países más vulnerables al cambio climático de toda la unión europea, el aumento de la temperatura de 1,5ºC registrado en nuestro país en el último siglo supera ampliamente la media del continente (0,95ºC) y representa más del doble de la media mundial (0,74ºC).
- La subida del nivel del mar está ampliamente documentada en nuestro país. Las zonas más vulnerables son el norte de la península (donde se ha registrado un aumento de entre 2 y 3 milímetros al año en la segunda mitad del sigo XX) y de las Islas Canarias.
- Se han identificado los escenarios de mayor riesgo: los glaciares pirenaicos (que han perdido más del 80% en los últimos años), las playas y zonas costeras (que se enfrentan a un riesgo de retroceso de, como mínimo 15 metros), los humedales y las lagunas litorales.
- Los impactos en la flora y la fauna proliferan en todo el territorio, desde las migraciones altitudinales constatadas en la Sierra de Guadarrama (Madrid) hasta las alteraciones en el ciclo reproductivo de especies o la presencia de especies tropicales invasoras en las Islas Canarias.
- Los impactos en los sectores productivos también son evidentes. La tendencia a la "africanización" del sur de la península y a la "mediterranización" del norte está provocando el desplazamiento en latitud de muchos cultivos, afectando seriamente a los viñedos de todo el país, a la producción forestal en la meseta Norte o a la producción agrícola en Andalucía. La ola de calor de 2003 generó 810 millones de euros en pérdidas en la agricultura del país.
- El turismo es otro gran damnificado del cambio climático en España. El aumento de las temperaturas, la menor disponibilidad de recursos hídricos y las alteraciones en el litoral afectan directamente al turismo de playa y la disminución de las precipitaciones en forma de nieve que ya ha puesto en jaque a algunas estaciones de esquí del país, amenaza a otras con el cierre en menos de una década.
- La proliferación de fenómenos meteorológicos extremos y catástrofes naturales es otro de los impactos del cambio climático constatado en nuestro país. España es uno de los países de Europa con mayor mortalidad relacionada con el calor y uno de los principales emplazamientos del continente en cuanto a grandes incendios forestales (sirva de ejemplo la oleada de incendios ocurrida en Galícia en el verano de 2006). Además fenómenos como las inundaciones generan importantes pérdidas personales y materiales: la media anual de cuantías pagadas en concepto de seguro por inundaciones en los últimos años se sitúa entre los 50 y 100 millones de euros.
Según los últimos datos científicos, el escenario en el que nos encontramos supera con creces cualquiera de las previsiones anteriores y es evidente que la amenaza de impactos irreversibles es mucho más inmediata de lo que hubiéramos podido imaginar, por lo que es el momento de actuar. "La única forma de impulsar las negociaciones internacionales en materia de clima es poner el dinero sobre la mesa. Los gobiernos acaban de destinar al rescate de los bancos el equivalente a una cena de lujo semanal para cada ciudadano de la UE, lo que Greenpeace les pide para el rescate del clima equivale, en los mismos términos, a un café", ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace.
Por este motivo, la organización pide al Gobierno que destine 2.700 millones de euros a la lucha contra el cambio climático y que se comprometa a un acuerdo de reducción de emisiones que nos permita mantener la temperatura global por debajo de los 2ºC. Para alcanzar este objetivo, es necesario que los países desarrollados alcancen una reducción mínima de emisiones del 40% para 2020 (tomando como referencia los niveles de 1990) y que los países en desarrollo contribuyan a este esfuerzo global moderando su crecimiento proyectado de emisiones entre un 15 y un 30% para 2020.