Detectan altos niveles de PCB en pescado del Columbia
La subida de los niveles de PCB en la carne de esturión del activa la alarma alimentaria.
Se han detectado niveles altos de bifenilos policlorados (PCB), unas sustancias cancerígenas, en el esturión blanco del río Columbia del tramo superior a la presa Bonneville, hecho preocupante por las posibles implicaciones que pueda comportar para la pesca industrial de pescadores nativos y no nativos de la Reserva Bonneville y del tramo inferior a la presa.
Las repercusiones del hallazgo, que salió a la luz a partir de la publicación de las conclusiones de un informe que se será hecho completamente público la semana que viene por la Comisión de Pesca Intertribal del Río Columbia, tardarán en hacerse visibles. Portavoces de una serie de organismos gubernamentales implicados en estudios de PCB del esturión del río indican que el informe plantea nuevas preocupaciones, debido a la subida de los niveles de PCB, que antes se encontraban en el hígado y las gónadas de este pescado, y que ahora se han detectado en los filetes de esturión, en el tejido o en la carne que se consume, según ha descubierto la Agencia de Protección Medioambiental (EPA).
Las 142 millas del tramo bajo del río que llegan hasta la presa Bonneville también se consideran aguas con PCB limitados, según asesores de consumo de pescado de los Departamentos de Sanidad de Washington y Oregón; estas valoraciones se expidieron, en parte, reconociendo que las tribus indígenas que habitan en esa ribera del río tienen un consumo de pescado más elevado que la media. El último estudio ha sido pensado específicamente para examinar el esturión de zonas en las que suelen pescar con más frecuencia dichos indígenas.
Según Rick Heitz, técnico en pesca del Ministerio de Pesca y Vida Natural de Washington , el esturión es muy adecuado para estudiar los niveles de PCB en el río y en el pescado destinado al consumo humano directo, porque es una especie que draga el fondo, alimentándose de cangrejos de río, almejas y otros animales que habitan en el fondo de los ríos, donde se suelen acumular la mayoría de PCB, en los sedimentos. Sin embargo, Heitz también destacaba que este pez alcanza una edad muy avanzada y las autoridades gubernamentales no tienen ni idea de sus patrones migratorios.
Otra característica importante que se ha reconocido es que, en la zona que se ha hecho el estudio más reciente, los ejemplares estaban atrapados por encima de la presa, con lo que permanecen en la misma zona durante toda su vida y nunca regresan al mar, sino que se desplazan sólo hacia unas 50 millas río arriba, hasta la presa The Dalles. Esto proporciona a los ejemplares mucho tiempo y espacio para coger y acumular cualquier PCB que encuentre en una cantidad desconocida de lugares, según manifiesta el ictiólogo Marty Fitzpatrick, del Ministerio de Calidad Medioambiental de Oregón (ODEQ).
A la pregunta sobre qué esfuerzos se han hecho por identificar posibles lugares origen de PCB, Fitzpatrick respondió que, en lo que a él le constaba, nadie ha intentado documentar ni siquiera las localizaciones de todos los vertederos de PCB de todo el río Columbia. En su opinión, debido a la longitud del río y al número de posibles entidades gubernamentales implicadas, tales como la Oficina de Reclamaciones, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU y las compañías eléctricas, un simple estudio de la bibliografía para tratar de localizar dichas zonas podría suponer un esfuerzo gigantesco, que costaría millones de dólares.
Entretanto, las autoridades gubernamentales se preguntan si los elevados niveles de PCB detectados por el estudio realizado por varios organismos, financiado por CRITFC y lanzado por la EPA, es producto de los equipos contaminados con PCB hallados por el Cuerpo de Ingenieros cerca de su vertedero terrestre de Bradford Island, tan polémico en estos momentos, justo por encima de la presa Bonneville. Se prevé que se lleven a cabo más investigaciones sobre dicha posibilidad, partiendo de los hallazgos de este nuevo estudio.
Según el último informe, los resultados de los análisis muestran que, mientras que los PCB detectados en el hígado del esturión cosechado en la Reserva o Estanque de Bonneville tenían una media de 0,361 partes por millón (ppm), los de los filetes de esturión oscilaban entre las 0,122 ppm y las 0,180 ppm. Desde las instituciones federales se recomendó evitar el consumo de grandes cantidades de pescado cuando los niveles de PCB de los filetes superaran las 0,010 ppm; lo que supone una cifra 18 veces superior al nivel máximo permitido y una doceava parte del mínimo.
No obstante, hasta ahora, ha emergido poca cosa del estudio de la comisión de pesca intertribal o de sus posibles implicaciones, en vistas al estudio anterior de ODEQ. Esta primera investigación examinaba exclusivamente el hígado y las gónadas de los peces para comprobar qué tipo de contaminantes podrían estar repercutiendo en la capacidad de los esturiones para frezar en determinadas partes del río.
Fitzpatrick señalaba que el estudio de ODEQ empezó en 1996, cuatro años antes, cuando el Cuerpo de Ingenieros descubrió equipo contaminado con PCB en el río, cerca del vertedero de Bradford Island. Según en informe realizado, el Cuerpo no sólo ha detectado niveles elevados en el equipo eléctrico submarino, que se cree que se vertió en el río mientras el vertedero estuvo abierto entre 1942 y 1982, sino que también ha encontrado trazas de PCB supuestamente descriptas como "por encima de los niveles de seguridad" en los cangrejos de río y las almejas que habitan las pilas de escombros submarinas.