CP/ OCEANA pide que se anule el permiso de nuevas celdas de mercurio en Cataluña
La Generalitat ha autorizado a una multinacional a incorporar ocho celdas de mercurio a su fábrica de Martorell en contra de la Directiva de la Unión Europea sobre Emisiones Industriales
España es el país de la UE con más celdas de mercurio instaladas, una tecnología obsoleta y muy contaminante
Oceana ha presentado un recurso ante la Generalitat de Cataluña contra una modificación de la autorización ambiental de la empresa Solvin Spain S.L. para añadir ocho celdas de mercurio a sus instalaciones de Martorell (Barcelona). Esta técnica se sigue utilizando para fabricar cloro a pesar de que origina emisiones de mercurio y de que existen Mejores Tecnologías Disponibles (MTD) que la UE obliga a utilizar. Además, la Generalitat dio el permiso sin notificarlo a las partes interesadas –entre las que se encuentra Oceana–, como obliga la ley.
“España transpuso fuera de plazo la Directiva de Emisiones Industriales, e intentando aprovechar este retraso, Solvin España comunicó su intención de incrementar las celdas de mercurio a pesar de que desde enero de 2013 es ilegal modificar autorizaciones que permitan ampliar los procesos de producción con técnicas obsoletas de conformidad con esa Directiva. Las conclusiones sobre las MTD para el sector del cloro-álcali, aprobadas por la Comisión Europea en diciembre de 2013, indican que la técnica de celdas de mercurio no puede ser considerada MTD ‘bajo ninguna circunstancia’. Por ello, la resolución de la Generalitat de Cataluña es nula de pleno derecho y atenta contra el Derecho de la UE”, afirma Ana Barreira, abogada de Oceana y Directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente.
La modificación de la autorización ambiental aprobada por la Generalitat permite la incorporación de celdas de mercurio, una técnica prohibida por la UE por los nocivos efectos del mercurio sobre el medio ambiente y la salud humana. Además, no se comunicó a Oceana, a pesar de que las leyes de prevención de la contaminación establecen la obligación de notificar a los interesados y Oceana está considerada como tal por haber solicitado anteriormente información ambiental sobre esta planta.
“Es lamentable que las autoridades españolas sean tan favorables a las celdas de mercurio, a pesar de que la legislación europea obliga a la conversión a la tecnología de membrana”, añade Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa. “El mercurio utilizado en estas plantas acaba en el mar y no se degrada, sino que va acumulándose por la pirámide alimentaria hasta alcanzar elevados niveles en los grandes peces, como tiburones o atunes.”
España es el país de la UE donde hay más celdas de mercurio instaladas, según la patronal Eurochlor. Solvay, que posee el 75% de Solvin, cuenta con 13 instalaciones en el mundo, de las que solo cuatro utilizan la tecnología de celdas de mercurio y, de ellas, dos están en España. La Directiva Europea de Emisiones Industriales es clara sobre el carácter vinculante de las conclusiones sobre las MTD, por lo que la ampliación autorizada contraviene el estado de derecho.