Acabar con la sobrepesca en Gran Sol podría incrementar sus capturas un 87%
Un estudio difundido por Oceana arroja un potencial de 200.000 toneladas más en 5-7 años si se aplican medidas de gestión adecuadas
Los incrementos afectan a especies como el gallo, el jurel o la caballa, de interés para la flota española
La pesca podría aumentar un 87% en las aguas atlánticas del Reino Unido, Irlanda y parte occidental del Canal de la Mancha si se acabara con la sobrepesca, según un estudio difundido hoy por Oceana. Las capturas podrían pasar de 228.000 toneladas anuales a 475.000 en el plazo de 5 a 7 años en las llamadas aguas noroccidentales. Estas se corresponden aproximadamente con el caladero de Gran Sol, donde además de los Estados ribereños faenan flotas de países como España, Bélgica y Holanda.
El estudio, dirigido por el Dr. Rainer Froese, del Centro Helmholtz de Investigación Oceánica GEOMAR, cuantifica los potenciales aumentos derivados de contar con una buena gestión pesquera y de establecer los límites de capturas siguiendo las recomendaciones científicas, para así asegurar la sostenibilidad a largo plazo de las poblaciones de peces.
Así, en el área del oeste de Irlanda, la cuota de España de gallo podría aumentar un 39%, mientras que en las áreas del oeste de Escocia y de Irlanda, los potenciales incrementos en las cuotas de jurel y bacaladilla alcanzan el 135% y el 139%, respectivamente. Para alcanzar estos incrementos, el estudio propone reducir la presión pesquera para recuperar las poblaciones, actualmente mermadas por la sobrepesca. Una vez recuperadas y respetando las recomendaciones científicas se podrá capturar de manera sostenible más pescado. En cambio, para especies como merluza y cigala los científicos no estiman incrementos significativos, dado que ya se están explotando alrededor de su máximo rendimiento.
“Si ponemos fin a la mala gestión, las capturas podrían aumentar un 87%. Esto crearía más empleo y mejoraría los beneficios del sector pesquero. Si los límites de capturas siguen las recomendaciones científicas, se protegen los hábitats esenciales de peces y se detienen las prácticas pesqueras destructivas, en solo 5-7 años veremos beneficios para todos”, afirma Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa.
Para evitar el agotamiento de los stocks pesqueros debido a una gestión insostenible, Oceana recomienda una serie de acciones que aseguren su viabilidad a largo plazo:
- Trazar planes de gestión plurianuales que limiten las capturas según las recomendaciones científicas.
- Adoptar medidas de emergencia, como cierres para determinadas especies y áreas, en casos de elevada sobrepesca o agotamiento.
- Proteger las áreas de puesta y cría para que las poblaciones de peces puedan recuperarse.
- Acabar con la pesca ilegal y con las prácticas pesqueras dañinas, como el arrastre de fondo, que se traduce en capturas accidentales y destrucción de los hábitats marinos.
El estado actual de las aguas noroccidentales del Atlántico es motivo de preocupación. De sus poblaciones de interés pesquero, 36 se encuentran en un estado no saludable y de ellas, 19 se hallan por debajo los límites de seguridad biológicos y 7 en una situación crítica, con problemas de reproducción. Entre estas últimas poblaciones en estado crítico se encuentran:
- Lenguado en el Mar de Irlanda.
- Solla en el sur del Mar Celta y suroeste de Irlanda.
- Bacalao en aguas de Rockall, noroeste de Escocia y norte de Irlanda.
- Besugo en todas las zonas.
North Western Waters: Status and Potential Productivity of Fish Stocks