El Estado quiere poner coto a la pesca recreativa para frenar a los furtivos
El Estado quiere poner freno a los que recurren a la pesca recreativa para llevar a cabo capturas furtivas que después se encargan de comercializar de forma ilegal. El Real Decreto que prepara el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y que regulará a partir de ahora esta actividad incide en la necesidad de «desarrollar mejores mecanismos de control para evitar que la pesca recreativa sea utilizada para, en realidad, realizar una actividad comercial encubierta». De esta manera, la nueva normativa, –en la que estarán incluidas las aguas canarias que hasta ahora se regían por un Real Decreto distinto–, no solo les obligará a marcar y declarar todas las capturas, sino que también incluye un listado con las especies que se permite pescar, establece un máximo de kilos por licencia y día y prohíbe la pesca en kayak.
El borrador del Real Decreto, –que recientemente ha finalizado su periodo de exposición pública–, ha sido recibido con indignación entre los aficionados a la pesca recreativa y deportiva en Canarias, que consideran que esta normativa recorta sus derechos y no han dudado en salir a la calle para protestar. «Es muy restrictivo con todas las actividades de pesca recreativa, no hay un solo colectivo que salga indemne», asegura José Landa, delegado de la Asociación Canaria de Pescadores Submarinos Responsables en Fuerteventura. No niega que puedan existir pescadores furtivos bajo el paraguas de las licencias recreativas, pero no considera que la solución deba ser la prohibición sino «una mayor vigilancia y medidas disuasorias al furtivismo como el precinto de primera venta».
Tal y como expone el Estado en el borrador del decreto en los últimos años, al amparo también del desarrollo turístico, esta actividad recreativa ha experimentado un considerable aumento. Algo que «incide en los recursos pesqueros» y que hace necesario «un régimen de control y unas limitaciones específicas».
Sin embargo, Landa insiste en que no se puede olvidar la repercusión económica que tiene la pesca recreativa para las Islas. «En Canarias hay 100.000 licencias que gastan en material, barcos y puestos de amarre», reitera.
Las principales reinvindicaciones de los colectivos de pesca recreativa de las Islas respecto a esta nueva normativa en fase de tramitación son tres: cambiar el listado de especies permitidas, en el que alegan faltan al menos 46 de las que se suelen capturar en las Islas, por otro que especifique las especies que no se puedan pescar por motivos de conservación; que se permita la pesca en kayak y que se elimine la zonificación para la pesca submarina, ya que la norma mantiene la prohibición de practicar esta modalidad en el 80% del territorio, cuando los aficionados aseguran que existen estudios que determinan que esta actividad no ha tenido una incidencia negativa en las zonas en las que está autorizada.
La norma que prepara el Ministerio tampoco ha gustado al menos a una parte de los pescadores profesionales del Archipiélago, pero en sentido contrario, ya que la consideran demasiado laxa. El patrón mayor de la Cofradía de El Hierro, Fernando Gutiérrez, cree que el nuevo real decreto legaliza a los furtivos, al permitir, por ejemplo, que una embarcación de recreo pueda capturar a diario más de 500 kilos de pescado.