North Sails 3Di: La vela de los récords
Las velas North Sails 3Di han propulsado a SODEBO 4, Banque Populaire VIII e IDEC Sport en la consecución de sus históricos récords de vuelta al mundo. Analizamos por qué los tres equipos han coincidido en su elección, cómo han influido las velas en su rendimiento y por qué el 3Di ha revolucionado la navegación offshore.
Entre los muchos factores que intervienen en la consecución de un récord de vuelta al mundo, la correcta elección de las velas es uno de los más determinantes. Los equipos buscan material con el mejor compromiso entre prestaciones, durabilidad y ligereza, cualidades destacadas del argumentario de las velas 3Di de North Sails, y que convencieron a los tres equipos que lograron pulverizar los récords de circunnavegación en cuatro semanas para la historia, entre el 25 de diciembre de 2016 y el 26 de enero de 2017.
IMOCA Banque Populaire VIII, Armel Le Cléac:
Récord de monocasco en solitario – 74d 3h 35m 46s
Ultim SODEBO 4, Thomas Coville:
Récord absoluto en solitario – 49d 3h 4m 28s
Ultim IDEC Sport, Francis Joyon:
Récord absoluto – 40d 23h 30m 30s
North Sails trabajó con los tres equipos en la selección y diseño de sus inventarios de velas. Filosofías de trabajo diferentes, con un objetivo común: completar las 21.600 millas de vuelta al mundo en el menor tiempo posible. “Banque Populaire es un cliente de largo recorrido, está muy bien estructurado, y desde un principio Armel (Le Cléac) tenía muy claro el tipo de vela que necesitaba”, explica Hugues Destremau, experto oceánico de North Sails. “SODEBO ha tenido un enfoque muy profesional, con un montón de gente involucrada y muchas ideas para conseguir un inventario muy refinado. IDEC es más sencillo, con recursos limitados, y confían más en nosotros para decidir sobre las velas. Ha sido muy divertido trabajar con cada uno de ellos”.
Banque Populaire: monocasco, solitario, nueve velas
Banque Populaire VIII batió el récord de circunnavegación para un monocasco en solitario compitiendo en la Vendée Globe 2016-17 bajo regla IMOCA, que establece que cada barco debe incorporar nueve velas. “La mayoría de los equipos que afrontaban la regata con aspiraciones apostaron por el 3Di”, explica Destremau. No en vano, 22 de los 29 equipos equiparon velas North Sails y 12 de ellos optaron por inventarios completos de la velería. Le Cléac eligió una combinación de velas 3Di RAW, 3Di FORCE y NPL DOWNWIND, la misma tecnología que existe en el mercado, lo que North Sails considera un excelente mensaje para el cliente final. “Sí es cierto que prestamos especial atención a detalles como la protección a las rozaduras, pero tanto la tecnología como los materiales utilizados no difieren”. En el caso del Banque Populaire VIII, destaca el uso de las velas de popa 3Di FORCE, “una versión específica de 3Di con un rango de utilización más amplio. Al ser un barco con foils, puede orzar unos grados más y ganar momento de adrizamiento. Se trata de una vela con un alto contenido en Dyneema, ligera, mucho más estable y que permite navegar con mejor ángulo”.
Trimaranes: Velas más versátiles
Tanto IDEC Sport como SODEBO 4 (ambos trimaranes Ultim de 120 pies de eslora) afrontaban sus retos sin limitaciones de inventario. Se trata de barcos muy grandes y veloces, en los que los cambios de vela son difíciles y penalizan mucho (en tiempo y distancia), tanto en configuración de tripulación completa como en solitario. Además, menos velas supone menos peso, pero una rotura o un error de cálculo en la selección del inventario pueden dar al traste con todo el trabajo. “Ambos equipos llegaron a la misma conclusión de reducir el número de velas a bordo”, explican desde North Sails Francia. “Eso implica mejorar la versatilidad de velas en ángulos, pero también en intensidades de viento, un desafío que resolvimos gracias al 3Di. Y es que el rango de las velas 3Di es mayor, podemos forzar su forma (no se estira) y es lo suficientemente ligera como para volar con ángulos bajos. Es un material imbatible en el ratio entre rigidez y peso”.
IDEC Sport: Cinco velas, y ni un problema
Los responsables de las velas a bordo del IDEC fueron el patrón Francis Joyon y Alex Pella, oficialmente el navegante español más rápido de la historia. “Este es un equipo pequeño, con un sponsor pequeño, para un desafío muy grande”, explica Pella. “Teníamos que ir muy ligeros para ser eficientes, y decidimos ir sólo con cinco velas, sin vela de recambio. Siendo 3Di, pudimos reducir el inventario porque las velas son más ligeras, más manejables, tienes un rango más abierto, y son más fiables”.
IDEC Sport apostó por un inventario íntegro de 3Di que incluyó mayor con dos rizos, J3, J2, J1 y un gennaker. “Hemos jugado mucho con los rangos de las velas. Cuando afrontas estas travesías, piensas ‘el gennaker lo bajaremos con 25 nudos’ y acabas navegando con 35 como si nada… E igual con todas: hemos jugado mucho a abrir las velas, y con la misma vela hemos navegado con poco viento, mucho viento y viento medio. Aprendes a navegar pasado, pero las velas siempre respondieron. En dos años no hemos tenido ni un solo problema con ellas, un gustazo”. Precisamente la fiabilidad es una de las características que han llevado al 3Di a convertirse en referencia absoluta en navegación oceánica. “Si con el 3DL surgían a veces problemas de fiabilidad con la tafeta (por protección solar y flameo), las 3Di son fantásticas. Son mucho más fáciles de reparar, porque por fuera va una tafeta que es rugosa, y los parches que le pongas enganchan súper bien. La llegada del 3Di ha supuesto un salto muy importante en el mundo offshore”.
IDEC Sport eligió navegar con su palo corto (equivalente al palo largo con un rizo), para el que se creó una mayor nueva, con mayor alunamiento y a máximo de medida. Una vela que permaneció toda la vuelta al mundo izada (casi 2.000 horas sin descanso), y alrededor de un 95 por ciento del tiempo a tope de palo. Pero Alex Pella destaca especialmente “el comportamiento del gennaker, que curiosamente se fue estirando y poniendo al sitio. Teníamos problemas de pequeños pliegues y de forma, pero a media vuelta al mundo la vela estaba perfecta, y ha acabado perfecta. Es gracioso, porque otros materiales (como el cuben) van perdiendo forma, y aquí ha sido al revés: hemos tenido mejor forma al final que al principio”.
SODEBO 4: A medida de Thomas
Equipos con tripulación completa, como IDEC Sport, navegan siempre a máximo potencial, y eso crea un nivel muy alto de estrés en las velas, lo que requiere más estructura en las líneas de carga. “Cuando enganchamos el sistema frente a Argentina, navegamos 12 días a 35-36 nudos”, recuerda Alex Pella. Las exigencias en navegación en solitario, como en SODEBO 4, son diferentes. Las velas necesitan ser más indulgentes y cubrir un rango de condiciones más amplio, porque los cambios de vela son muy caros y porque un regatista en solitario no puede estar trimando constantemente. “Las velas son un poco más conservadoras y se generan menos cargas, lo que nos permite reducir la estructura en las líneas de carga”, explica Destremau. “Pero la navegación en solitario exige más tiempo para maniobrar y crea algo de flameo, azote, etc… Así que tenemos que reforzar la estructura secundaria para satisfacer esas cargas. Es un compromiso”.
El inventario de velas North Sails a bordo del SODEBO 4 incluyó la mayor 3Di ENDURANCE, un J1 3Di RAW, un J2 y un J3 3Di Endurance, y un J0 NPL Sport.
Longevidad comprobada
Desafíos de circunnavegación como los tres mencionados suponen un campo de ensayos inigualable para North Sails. “Nos permite emular años de navegación del navegante medio”, explica Destremau. Un buen ejemplo es la mayor del SODEBO 4, fabricada en 2014 y que acumula 78.000 millas, “el equivalente a cerca de 5.000 horas de uso, incluyendo todo tipo de castigos, como la exposición al sol, izados y arriados, golpeteo contra los obenques,… de todo. Si navegas ocho horas por semana unos seis meses al año, ¡equivaldría a unos 25 años de uso! Por supuesto, esto no tiene en cuenta el manejo, etc,… pero es un buen indicativo”.
Según los registros de North Sails, “la longevidad de una vela 3Di ronda al menos cinco años para el cliente medio. Pero, como siempre, tiene que ver con la fibra que utilizas (el carbono no dura tanto como la Aramida) y con cómo cuidas tus velas”. Pella coincide con el experto francés: “Con tripulación reducida existe una cultura de cuidar mucho las velas, y tenemos especial atención en cómo las enrollamos, cómo las rizamos,… para que no sufra el material. En cualquier caso, el cambio a 3Di ha sido increíble, porque son velas mucho más ligeras, que aguantan mejor la forma, y mucho más fiables. Literalmente, no rompes las velas”.
Presente y futuro
Las velas 3Di están cambiando el modelo de negocio de North Sails. “Superan a las velas de hilos en mantenimiento de la forma y longevidad por dos o tres a uno, pero sólo cuestan un poco más. Preferimos fabricar velas más duraderas y fiables, y cuando nos fijamos en las ventas, observamos que nuestros clientes también se han percatado de esto. El 3DL está disminuyendo en la proporción de nuestras ventas y el 3Di experimenta un crecimiento constante. Especialmente este año, con la llegada de las 3Di RACE dedicadas a barcos más pequeños, que es el área en el que teníamos que mejorar nuestro producto. Hemos dejado de fabricar velas de hilos para barcos por encima de 50 pies, y esta tendencia continuará”.
¿Qué es 3Di?
En términos técnicos simples, es una tecnología en la que el Dyneema, los filamentos de carbono y/o de aramida son extendidos, pre-impregnados con adhesivo termoestable y dispuestos en cintas ultraligeras, que son termoformadas en moldes 3D ajustables como membranas de una pieza. 3Di es una tecnología patentada que permite que estas velas moldeadas estén fabricadas únicamente de fibra y adhesivo, sin necesidad de película de mylar.
Con la tecnología 3Di, los diseñadores tienen un control tan preciso sobre la disposición y orientación del material en la vela que llegan casi a alcanzar la resistencia total a la deformación en todas las direcciones. A menor deformación, mayor potencia y durabilidad.
La evolución del 3Di (desde el 3DL) comenzó con la 32 America’s Cup, cuando ingenieros suizos diseñaron las originales Black Sails de Alinghi de cara a la edición 2007. Las velas no serían utilizadas entonces, pero los ingenieros de North reconocieron su potencial. North Sails retomó el desarrollo después de la Copa, y poco más tarde nacía la tecnología 3Di. En 2010, cinco de los seis equipos de la Volvo Ocean Race elegían velas 3Di. La tecnología quedaba probada en pruebas oceánicas y vueltas al mundo, por lo que ya estaba lista para saltar al mercado. Desde entonces, las velas 3Di han logrado convertirse en referencia absoluta por su combinación única de resistencia, durabilidad y mantenimiento de la forma.