Las reservas marinas ayudan a producir más pescado.
Según un estudio publicado en la revista Science, las capturas de los pescadores aumentan si existe una reserva marina cerca de sus caladeros que proporcione un refugio seguro a los juveniles de pescado.
En el estudio se analizaron las capturas realizadas por los pescadores de la isla caribeña de Santa Lucía. Según los datos obtenidos se vio que las capturas aumentaron anualmente después que se protegieran los caladeros.
Además, el informe pone de relieve que una reserva creada en Florida como una zona de barreras de protección alrededor del centro de lanzamiento espacial de Cabo Cañaveral ha producido dentro de sus lindes un pescado de un tamaño sin precedentes, según un artículo publicado por Associated Press.
"Las áreas protegidas cerca de los caladeros permiten que el pescado aumente tanto en tamaño como en cantidad", dijo uno de los autores del estudio, James A. Bohnsack, investigador de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
El gobierno estadounidense creó en 1962 un área de protección de estuarios llamado el Refugio Nacional de Vida Natural de Merritt Island, con el fin de ofrecer seguridad al Centro Espacial Kennedy, situado en las cercanías de la zona, dijo Bohnsack.
En diez años, los pescadores deportivos empezaron a capturar cada vez más corvinón negro, corvinón ocelado y trucha marina de mayor tamaño, apuntó Bohnsack; en las 62 millas de la reserva, se han capturado más ejemplares de un gran tamaño de estas tres especies que en el resto de las aguas de Florida juntas, añadió.
La reserva ha permitido al corvinón negro, que puede llegar a vivir más de setenta años, crecer su máximo tamaño, que supera las cien libras, dijo Bohnsack. Sin un área protegida, lo más probable es que se capturen ejemplares más jóvenes y pequeños, explicó. Además, como los ejemplares más grandes suelen poner más huevos que los de menor tamaño, aumentan las cifras de los ejemplares de la siguiente generación.
"Las reservas marinas son como dinero en el banco para los pescadores", manifestó Fiona Gell, de la Universidad de York, otra de las autoras del estudio. "Las reservas protegen los stocks de reproducción y proveen de juveniles a las pesquerías adyacentes".
El estudio hace referencia al hecho de que en Santa Lucía, los pescadores locales opusieron resistencia a los planes de cerrar el 35% de los caladeros, pero el gobierno lo hizo a pesar de su oposición. Las capturas de los pescadores se redujeron de forma considerable durante dos años, revela el estudio, pero en cinco años, la cosecha aumentó de manera espectacular. Ahora, los pescadores piden una ampliación de la reserva.
En la actualidad dos comisiones estudian la futura gestión de las aguas oceánicas estadounidenses, una designada por el presidente y otra financiada por Pew Charitable Trusts. Se espera que los descubrimientos de este estudio puedan influir en sus recomendaciones.