Centollas de la ría: ¿cultivo o repoblación?
Investigadores del Instituto Español de Oceanografía de Vigo (IEO) han puesto en marcha un proyecto, subvencionado por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA), cuyo objetivo es analizar la viabilidad del cultivo de la centolla de la ría (maja squinado) en sus fases de reproducción, cultivo larvario y engorde hasta el tamaño comercial con el fin de aplicar esta tecnología en el área de la acuicultura o en el de la repoblación de stocks naturales.
Además, en 2003 se evaluarán los efectos que la suelta de ejemplares cultivados tiene sobre la población natural. Serían liberados en zonas de control que la Dirección Xeral de Pesca, Marisqueo y Acuicultura de la Xunta de Galicia dispone en las rías gallegas, para lo cual se realizarán los contactos oportunos.
El cultivo de la centolla en tanques surgió a raíz de la puesta en marcha, hace seis años, de proyectos relacionados con el cultivo del pulpo por científicos del Oceanográfico de Vigo.
Primeros resultados
Fue precisamente en la búsqueda de una dieta adecuada para la alimentación de las paralarvas del pulpo, cuando se realizaron las primeras pruebas de utilización como presas complementarias a la artemia Ð especie del zooplanctonÐ de las zoeas de centolla Ðse llaman así cuando se encuentran en estado larvarioÐ.
Tras comprobar que las zoeas Ðlarvas de centollaÐ no utilizadas en las pruebas de alimentación mostraban un nivel de supervivencia considerable Ðdel 8 al 13%Ð y posteriormente un crecimiento aceptable, los investigadores del IEO de Vigo comenzaron a realizar las primeras experiencias de engorde de juveniles de centolla.
Ya se han obtenido datos preliminares en diferentes sistemas de cultivo y con centollas procedentes de diferente origen, pero todavía sin las réplicas necesarias para su estandarización. Estos primeros resultados fueron presentados en el VIII Congreso Nacional de Acuicultura en mayo de 2001. José Iglesias, investigador principal del proyecto, financiado por el INIA, que está en marcha en el Oceanográfico de Vigo, explica que desde 2001 en los tanque del IEO de Vigo "disponemos de hembras ovadas capturadas en la Ría de Vigo. Además trasladamos desde tanques exteriores de una empresa de O Grove, que se dedicaba al cultivo del pulpo, centollas juveniles, que habían nacido en junio de 2000 y que habían superado la fase larvaria". En el citado proyecto también colabora el biólogo de IEO de Vigo, Javier Sánchez.
Confirmar la supervivencia
Desde 2001 se están realizando en el Oceanográfico de Vigo las fases de producción y larvaria y el engorde de centollas. "Estas experiencias se repetirán durante tres años", indica José Iglesias, "para confirmar que los niveles de supervivencia del 8% al 13% en fase larvaria, que hemos detectado son fiables y aplicables para realizar el cultivo de la centolla a escala industrial".
Durante los tres años que durará el proyecto (2001-2003) se ajustará la cantidad de presas que hay que suministrarle a la centolla para su alimentación, la temperatura óptima para realizar el cultivo y las características físico químicas como: luz, altura de los tanques, color del tanque, etcétera.
Las centollas al nacer se les denomina con el nombre de zoeas. Durante este estado larvario presentan forma redonda y necesitan presas de tamaño reducido. En los tanques del IEO de Vigo se les proporciona como alimento rotífero o artemia recién nacida Ðespecies de zooplanctonÐ.
A los ocho o diez días las zoeas se transforman en megalopas, que presentan una forma alargada y necesitan artemia adulta para alimentarse.
Fase crítica
José Iglesias señala que la fase más crítica de la centolla es durante la fase de megalopa, etapa que dura hasta los 20 días de vida."A partir de ese momento pasa a vida bentónica Ðen el fondo del tanqueÐ".
Al igual que en el cultivo de otras especies, la fase más delicada es la de vida pelágica, porque en ese periodo la centolla necesita para alimentarse presas vivas que naden activamente en la columna de agua.
En los tanques crece con más rapidez que en el mar
Jose Iglesias comenta que, al igual que ocurre en otros cultivos, la centolla crece más rápido en cautividad que en el mar. La razón radica en que cuando la centolla se encuentra en el mar no dispone de una cantidad de alimento constante como ocurre cuando se encuentra en los tanques en tierra.
El científico del Oceanográfico de Vigo apunta que sólo el centro donde trabaja dispone de datos de la centolla desde el final de su fase larvaria Ðveinte días de edadÐ hasta los seis meses de vida, ya que de momento los estudios que se habían realizado eran de centollas de cetáreas, bruños engordados hasta alcanzar el estado de crustáceos adultos.
Mortalidad durante los cambios de caparazón
Desde que la centolla nace hasta que tiene un año de vida su caparazón alcanza los 12 o 16 centímetros de longitud. Los científicos consideran buena esta talla de crecimiento, sin embargo el problema radica en que se produce una mortalidad importante, que se debe a que los crustáceos experimentan las mudas de caparazones, y si no se controlan pueden ser ingeridos por otros ejemplares del tanque.
Se ha observado que si existe suficiente comida en el tanque de cultivo, la mortalidad es éstas se reduce.
Los científicos han llegado a la conclusión de que la centolla de 20 días de vida y hasta el inicio de la fase de engorde Ð 50 díasÐ es muy delicada, por ello debe mantenerse en los tanques de cultivo larvario sin ser sometida a ningún stress derivado del manejo o traslado, de lo contrario se produciría una mortalidad importante que afectaría al proceso posterior de engorde.
Finalizado el cultivo larvario los ejemplares se deben mantener en estos tanques hasta que cumplan los 50 días de vida para evitar la mortalidad.