El ITER y el Centro Superior de Naútica evaluarán la contaminación atmosférica del trafico marítimo.
La realización del estudio incluye el empleo de técnicas específicas que permitirán a su vez la mejora y optimización de las condiciones de combustión de los motores de propulsión marina.
El Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (Iter), organismo dependiente del Cabildo de Tenerife, y el Centro Superior de Náutica y Estudios del Mar de la Universidad de La Laguna realizarán un estudio para evaluar la contaminación atmosférica generada por el tráfico marítimo regular en Canarias. Para llevar a cabo los trabajos se emplearán técnicas denominadas de microcromatografía de gases, sensores ópticos remotos y analizadores específicos, que permitirán avanzar en el conocimiento sobre la emisión de contaminantes atmosféricos y, a su vez, mejorar y optimizar las condiciones de combustión de los motores de propulsión marina.
El objetivo de este proyecto consiste en desarrollar una sistemática que permita evaluar en el lugar los niveles de emisión de dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NO), dióxido de azufre (SO2), compuestos orgánicos volátiles (VOCs), hidrocarburos ligeros y otros componentes emitidos a la atmósfera por el tráfico marítimo.
Para materializar este estudio, los citados organismos pretenden contar con la colaboración de las administraciones central y autonómica, además de las navieras más representativas del tráfico interinsular, como son los casos de Armas, Fred Olsen, Trasmediterránea y Pretrogás, entre otras.
El responsable del departamento de Medio Ambiente del Iter, Nemesio Pérez, ha afirmado que "el balance equilibrado de los gases en la atmósfera constituye un requisito indispensable para el mantenimiento de la vida sobre el planeta. La contaminación atmosférica contribuye al calentamiento del planeta y puede generar graves impactos sobre el medio ambiente".
"Los combustibles fósiles son mezclas de hidrocarburos que contienen átomos de carbono e hidrógeno. En un motor de combustión ideal, el oxígeno del aire debería transformar estos gases en vapor de agua y en dióxido de carbono, respectivamente, mientras que el nitrógeno del aire no debería verse afectado. En algunos casos, los procesos de combustión no son perfectos y los motores emiten varios tipos de contaminantes como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y otros compuestos orgánicos volátiles que debemos evaluar ya que son perjudiciales", añade Nemesio Pérez.
La Organización Marítima Internacional (IMO), agencia de las Naciones Unidas responsable de mejorar la seguridad marítima y evitar la contaminación procedente de los buques, ha adoptado una serie de medidas encaminadas a reducir la contaminación atmosférica generada por el tráfico marítimo. Estas medidas o actuaciones se incluyen en un nuevo anexo (Anexo VI) del convenio internacional para prevenir la contaminación generada por los buques.