Cabo de Peñas. Un paisaje mítico lleno de vida
No quedarás impasible ante la belleza de este litoral agreste, salvaje, formado por roca cuarcita y coronado por el Faro de Cabo Peñas, el más importante y de más alcance del litoral asturiano, testigo del tráfico marítimo desde 1852 y guía de marinos y pescadores.
Para oriente u occidente desde tierra se divisan excelentes vistas de la costa lo que le convierten desde tiempo inmemorial en un importante punto estratégico. Aquí vivieron los primeros moradores de esta tierra que según los rastros humanos que se hallaron en excavaciones en la ensenada de Bañugues (vestigios materiales más antiguos del hombre en Asturias) pertenecían a las culturas entre los 100.000 y 60.000 años a.C.
Pero será su entorno paisajístico, su riqueza en fauna (avícola y marina) y los diferentes ecosistemas que se localizan en los 25 km (desde Pta. de la Vaca hasta la ría de Aviles) de parque marítimo terrestre su gran atractivo... que no es poco.
Fauna:
En la franja litoral se encuentra diversidad de especies animales, desde las estrictamente acuáticas propias de las zonas mareal (crustáceos, moluscos y peces), hasta las que hallan sus recursos en la mar, en su mayor parte, aves marinas, sin duda lo más importante, además de otras que viven ligadas a los acantilados y sus inmediaciones.
Significativa presencia del cormorán moñudo, el paíño europeo (la más pequeña de las aves marinas europeas, de tamaño similar al de un gorrión) y la gaviota patiamarilla, que nidifican principalmente en la Erbosa y en el islote de El Sabín. En la primera y como única colonia de la costa central y occidental asturiana nidifica en Abril el paíño europeo con varias decenas de parejas reproductoras.
La situación del cabo permite observar las migraciones, entre agosto y noviembre de alcatraces, pardelas, charranes, negrones, álcidos pagalos, estos dos últimos a finales de año.
Otra especie emblemática es el halcón peregrino, ave rapaz diurna que nidifica en la misma zona de los acantilados año tras año.
Esta costa es uno de los mares con mayor diversidad de especies de cetáceos del Cantábrico y Cabo Peñas un buen lugar de avistamiento. Las más abundantes son el delfín común, delfín listado, delfín mular y el calderón común. En raras ocasiones aparecen el cachalote común, el delfín de Risso y el zifio común. Aún más excepcionales son el cachalote pigmeo, el calderón de aleta corta y el delfín de flancos blancos. El avistamiento de cetáceos es posible siempre que se encuentren en superficie, bien sea nadando, alimentándose o saltando. El reconocimiento es complicado. Para distinguir las distintas especies hay que fijarse en la aleta dorsal y en la forma de la cabeza, coloración y dibujos de la piel (vista lateral). En el caso de los rorcuales y de los cachalotes, también es importante fijarse en el soplo (altura, forma y dirección).
Instalado en el faro, el Museo Medio Marino de Peñas aborda la historia e importancia de los faros en la vida de las gentes del mar y de los acantilados, la fauna y la flora de la zona y el entorno marino. Su visita nos hará entender perfectamente, el entorno de este maravilloso lugar, su mar y la vida en el.